jueves, 26 de abril de 2012

Aprende los secretos de la administración del tiempo y trabaja como los grandes empresarios
Por fin iniciaste ese gran negocio que traías en mente, pero ahora no tienes tiempo ni para respirar. Descubre como conseguir lo que todo maestro de la administración del tiempo domina: trabajar de manera eficiente y concretar lo realmente importante. El tiempo es sin duda alguna el recurso más valioso que tenemos. Es finito, escaso, avanza sin piedad y nos limita en múltiples aspectos de la vida. Una de las cosas más interesantes que he aprendido en el entorno empresarial es que los grandes empresarios son comúnmente excelentes administradores del tiempo. Los mejores líderes de este siglo entienden que la administración del tiempo no se refiere a exprimirle hasta el último minuto al día. Stephen Covey, una de las autoridades más reconocidas internacionalmente en cuanto a liderazgo se refiere, explica que la administración del tiempo no es la habilidad de exprimirle más horas al día. Tampoco es triplicarse a uno mismo para poder hacer mas cosas. De hecho, no tiene nada que ver con hacer mas cosas; se trata de concretar lo que es más importante. A continuación te proporciono una serie de prácticas recomendadas por conocidos expertos administradores del tiempo. Puedo asegurarte que si las aplicas de manera regular, experimentarás un incremento notable en tu productividad. Los 10 puntos más importantes para mejorar tus habilidades en la administración del tiempo: 1. Define claramente los objetivos y selecciona lo más importante. Ser más efectivo con tu tiempo es totalmente irrelevante si no sabes en que invertirlo. En ocasiones, las personas gastamos mucha energía intentando ser más eficientes, sin saber a ciencia cierta que es lo que queremos conseguir. Recuerda que es primordial distinguir entre las cosas que realmente son importantes y las que no lo son. Una manera sencilla de realizar esto es determinar cuanto cuesta tu tiempo por hora, es decir, la cantidad que deseas ganar al mes divido entre las horas que trabajas (el estándar son 160: 8 horas al día, 5 días a la semana y 4 semanas por mes). Una vez determinado este valor sólo sigue la siguiente regla: no hagas nada que potencialmente te pague menos que tu valor por hora multiplicado por el tiempo que invertirás en la tarea. 2. Analiza como gastas tu tiempo. Te sorprendería saber en cuantas cosas sin importancia gastamos el tiempo. Sin embargo, para conocer con exactitud cuales son estas cosas sin importancia, necesitamos primero hacerlas concientes, y esto se logra llevando un registro. Una manera de hacerlo es utilizar un reloj con una alarma que suene cada 30 minutos. Cada vez que suene el reloj, escribe brevemente las actividades que realizaste en la pasada media hora. Una vez que tengas los registros, examínalos. ¿Cómo se relacionan tus objetivos con las actividades en las que realmente inviertes el tiempo? ¿Estas realmente atendiendo cosas relevantes y prioritarias? 3. Lleva una lista de tareas pendientes. Esta es una de las cosas más simples y a la vez más poderosas de cualquier sistema de administración de tiempo: la lista de tareas. No importa si utilizas el dispositivo electrónico de moda o una hoja de papel estraza, pero lleva un registro. Lo que realmente hace la diferencia es el hábito de escribir tus tareas pendientes día tras día. 4. Asigna prioridad a tus tareas. Una vez terminada tu lista, determina cuales son los elementos más importantes y márcalos de alguna forma que resalten sobre todos los demás. Si la lista es muy grande, haz una nueva lista con los elementos prioritarios para el día o la semana. Volviendo a la práctica de determinar tu valor por hora, otorga más prioridad a las tareas que potencialmente te paguen más. 5. Planea tu día desde el día anterior. Todos los expertos en administración del tiempo recomiendan planificar desde el día anterior las actividades del día siguiente. Toma los últimos 10 minutos de cada día para repasar tu lista de pendientes y determinar que es lo que tienes que concretar al siguiente día. Este simple ejercicio te permitirá comenzar cada jornada sabiendo exactamente que necesitas hacer y con cual tarea debes iniciar. 6. No dejes las cosas para después. Reza el viejo dicho popular: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Aplazar para el final las cosas que no te gusta hacer es una de las peores estrategias que puedes utilizar, ya que lo único que lograrás es prolongar el estrés asociado a la tarea. ¡Haz lo que no te gusta hacer primero! De esta manera, el resto del día transcurrirá de manera más placentera. Si la tarea es muy grande, divídela en tareas más pequeñas hasta que te sea fácil dar el primer paso. 7. Delega en los demás. Una forma de hacer más en menos tiempo es asignando tareas a terceras personas. La clave para delegar consiste en asignar alguna actividad a alguien más si este puede hacerlas más rápido, más fácil o mejor que nosotros. En caso de que no tengas a alguien directamente a tu cargo, considera delegar las tareas en un tu pareja, un proveedor o inclusive en un cliente. Recuerda que como decía Maquiavelo: “el fin justifica los medios”. Eso sí, después de delegar no se te olvide agradecerle a los demás de la manera apropiada. Probablemente estas pensando que a la gente no le gusta recibir tareas de terceros. Sin embargo, diversos estudios muestran exactamente lo contrario: a las personas nos gusta que nos asignen tareas y especialmente si somos buenos haciéndolas; así que escoge a la persona más apropiada y delega la tarea. 8. Aprende a decir “NO”. Decir “no” puede ser una de las herramientas de administración de tiempo más poderosas que puedes llegar a dominar. Por supuesto, no se trata de evadir responsabilidades, sino de invertir nuestro tiempo en donde somos más productivos. Si la tarea en cuestión interfiere con los objetivos que tienes planteados, busca una manera sutil para negarte. Sugiere a otra persona que pueda hacer el trabajo con los mismos o mejores resultados y siempre de la manera más amable posible. 9. De manera similar, una de las filosofías que mejor me ha funcionado en los negocios es la siguiente: solo acepta los proyectos en donde ambas partes ganen, tanto el cliente como tu empresa. Si el cliente no se va a beneficiar “substancialmente” al adquirir tu producto o servicio, e insisto, “substancialmente”… mal negocio. Por otro lado, si la remuneración que obtendrás por el proyecto no te permite obtener una utilidad razonable después de pagar los costos, mal negocio. Los mejores negocios que puedes hacer son siempre en donde ambas partes ganan. 10. Concéntrate en la tarea actual. Concéntrate al cien por ciento en una y sólo una tarea a la vez. Cuando logramos concentrarnos al 100% por espacios de horas, tenemos periodos altamente productivos. Sin embargo, lograr esta concentración y entrar en esta zona de productividad cuesta mucho trabajo y cualquier interrupción es suficiente para salir de ella. Es por esto que debes tratar de eliminar todas las distracciones posibles: desconecta el teléfono o activa la contestadora, apaga el celular, cierra el correo electrónico o los programas para “chatear” y cierra tu puerta. No te olvides de la persona más importante. A veces, cuando tenemos grandes proyectos en puerta, tendemos a olvidarnos de los demás y lo que es peor, de nosotros mismos. Sin embargo, para ser altamente productivos requerimos de un adecuado balance entre cuerpo y mente. Realizar actividades que nos relajen, alimentarnos de manera adecuada y compartir tiempo con nuestros seres queridos, es lo que realmente nos permite adquirir un estado de armonía y rendir al máximo por periodos prolongados. No olvides recargar tus baterías, porque solo así obtendrás la energía que necesitas para concretar todos tus proyectos. Rezan un viejos y reconocidos refranes: “El tiempo perdido, hasta los santos lo lloran”, “El tiempo es oro”. Entonces cómo es que desperdiciamos tanto el tiempo y luego queremos hacer todo de una sola vez. Eso nos acarrea estrés y por ende enfermedades. Si eres cristiano, te invito a leer: Eclesiastés: 3: 1-8: 1 Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: 2 un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; 3 un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; 4 un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; 5 un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse; 6 un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir; un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar; 7 un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para callar, y un tiempo para hablar; 8 un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz. Sepamos administrar ese hermoso recurso que Dios nos dio: "El tiempo". Con aprecio, Beraly ¿Estás pensando viajar? www.ans.travel/worldtours, 24/7 E-mail: beraly_briceno@hotmail.com

miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Empresario?


Cualquier persona que decida montar una empresa sueña con ganar mucho dinero. Eso es posible si se alcanza un adecuado nivel de entendimiento entre el empresario y el trabajador. ¿Cómo se crea una empresa de éxito? Si estuviese claro, muchos se pondrían ahora mismo a ponerla en marcha. Pero, aunque no existe una receta mágica para conseguir el éxito, el factor que más influye es la calidad y capacidad de las personas que trabajan en ella. Otro aspecto se basa en la competitividad de los productos y servicios que ésta ofrece, así como su nivel de innovación y tecnología. Ser emprendedor no es fácil. Si quiere ser un empresario de éxito, tendrá que cuidar el recurso humano de su empresa. La primera barrera para montar un negocio se encuentra en nuestra propia mente, ya que el sistema educativo nos ha enseñado a trabajar para otros. Si desea ser un empresario de éxito, necesitas contar con experiencia. Muchos empresarios de éxito han tenido una o varias empresas antes de crear su actual compañía. Por otro lado, no piense que un emprendedor sale de la nada: Un elevado número de estos hombres de negocios tiene un alto grado de formación. Un tercio de ellos ha finalizado sus estudios universitarios, y otro tercio más ha cursado estudios de posgrado o un doctorado. Para ellos, la formación continua es muy importante. Aptitudes personales. En cuanto a las aptitudes para salir airosos de los negocios, existe una mezcla de condiciones innatas y otras que se han ido aprendiendo y desarrollando con la experiencia. Entre las aptitudes personales, destaca la estrategia de negocio: Tener olfato y saber vislumbrar dónde hay una oportunidad. También es importante contar con ciertas habilidades para negociar, de comunicación, así como demostrar aptitudes para el marketing, desarrollo de trabajo en equipo, y dominio de la tecnología, dominar uno o varios idiomas, conocer sobre contabilidad y de recursos humanos, etc. Es necesario también ser una persona creativa y hábil para innovar en las situaciones críticas, tener capacidad de liderazgo, saber ganarse la confianza y la lealtad de las personas que le rodean, y gozar de una cierta visión organizativa. ¿Algún ingrediente más? Sí, la habilidad para crear redes, orientación hacia las personas, sentido de autocrítica y mucha confianza en uno mismo. Si usted cree que reúne estas habilidades o cree que puede desarrollarlas, es probable que usted se convierta en un emprendedor de éxito . Y qué tal ser Empresario Independiente?
Ese será nuestro próximo tema. Te deseo lo mejor!

jueves, 10 de septiembre de 2009

EL CARACTER DEL EMPRESARIO




En el siglo XX hubo muchos acontecimientos al nivel mundial; uno de los más importantes fue el nacimiento del Internet. Esto ha permitido que las nuevas generaciones, construyan una nueva forma de vivir y hacer las cosas de forma diferente. Existen cosas que se pueden cambiar y otras no, porque éstas son insustituibles. eres singular, a ti nadie te puede suplantar, porque eres "singular", no plural; por eso es importante estés preparado ante cualquier cambio e ir a la vanguardia.

Un ejemplo tácito es, la ley de la conservación de la energía que afirma que ésta no puede crearse, ni destruirse, sólo puede cambiarse de una forma a otra, por ejemplo, cuando la energía solar se transforma en energía eléctrica. El empresario debe tener la capacidad de cambiar cuando sea imperativo hacerlo para avanzar y pasar al siguiente nivel, porque el mundo sí es cambiante y hay que adaptarse.

Cuando se trata de un empresario, es importante aprender a aceptar los golpes de la vida o las decisiones no acertadas; en otras palabras, hay que asumir al 100% la responsabilidad de las decisiones tomadas, mismas que han producido los resultados actuales y en algunos casos, futuros y además, ser capaces de adecuarse rápidamente a cualquier cambio.

Asumiendo la responsabilidad de un empresario:

Ninguna empresa es indestructible, si tú haces lo que tienes que hacer, pero lo que ahora funciona puede ser que mañana no y debes estar preparado para ello; no obstante, lo que nunca dejará de ser es lo que tú haces por ti. A este respecto, puede decirse que, la toma de decisiones y el carácter del empresario se afila, se perfecciona día a día, tomando acción, asumiendo responsabilidades y perseverando. Esto último es lo más importante, porque como dice un dicho “El que persevera, alcanza”.

En otras palabras, hay que tener credibilidad y crear relaciones, porque por más buenas empresas, negocios, técnicas, sistemas, normas, regulaciones, entre otras cosas; NADA VALDRÁ LA PENA, si NO SOMOS COMPETENTES.

Mi consejo es que luches y perseveres.

martes, 28 de julio de 2009

CAMINO HACIA EL ÉXITO




Algunas personas asocian el éxito con la fama, riqueza, propiedades, capacidad adquisitiva y otras “virtudes” similares. Algunas otras personas con el espíritu competitivo, la forma de hablar y de vestir; con la clase de auto que conduce, el lugar donde vive y otros aspectos que se relacionan con un “estilo de vida”; en particular que resulta muy atractivo para la gran mayoría de las personas, aún cuando la ética sólo sea un estorbo fácil de eludir.

Personalmente opino que las personas exitosas son aquellas que tienen cualidades como: “actitud positiva”, “motivadas”, “tenaces”, “optimistas”, “comprometidas”, “proactivas”, personas con “objetivos y metas claras y definidas”.

Tener un estilo de vida con calidad, no es reprochable; sin embargo, es importante trascender para encontrar el verdadero camino del éxito; es necesario vencer algunos miedos que son propios del ser humano y una vez que traspasemos esa barrera que nos paraliza, alcanzaremos nuestros mayores anhelos.

Las metas permiten a cualquier persona orientarse adecuadamente; saber con exactitud cuál es el rumbo, a pesar de las dificultades que pueda afrontar. No tener metas es como disparar y no contar con un blanco al cual apuntar; como caminar sin tener un destino.

Tener metas exigentes, pero factibles nos pone en la dinámica de exigir lo mejor de nosotros mismos; de poner nuestro mejor esfuerzo sin correr el riesgo de sentirnos fracasados porque un objetivo no se logró.

La persona exitosa en vez de sentirse fracasada escoge evaluar los resultados; corrige lo que no funciona y continúa su camino. Es así como una situación de “no logro”, se convierte en un aprendizaje.

Una de las diferencias fundamentales entre la persona exitosa y la que no lo es, consiste en la percepción que tienen del fracaso y la forma cómo reaccionan ante él; es por ello que las características de las metas, al éxito no se le puede comparar; es diferente de una persona a otra.

Los logros de un individuo no se pueden comparar con los de otro, ya que las metas de uno y otro normalmente son diferentes. Quién es más exitoso y feliz: ¿El propietario de una compañía multinacional o el campesino que comenzando de cero, hoy dirige su propia parcela? ¿La reconocida actriz o la dama que superando dificultades ha establecido un restaurante?

Las metas personales sirven de base en la elaboración de un plan de trabajo; sin un plan de trabajo las metas son sólo sueños”. Éste se convierte en una herramienta que señala las actividades a ejecutar para alcanzar lo que un individuo se propone; también nos permite establecer cuáles son los esfuerzos necesarios para alcanzar nuestros objetivos y el momento en el que debemos hacer esos esfuerzos.

La persona que construye el camino de su éxito no afirma “esto es imposible”, sino que se pregunta “¿Qué debo hacer para que esto sea posible?” y encontrará las respuestas para poner en práctica. Por tanto, podemos reafirmar que la persona que sabe lo que quiere, no se distrae por las dificultades.

El éxito no es un lugar al que se llega después de recorrer un camino. El éxito es el camino mismo; se recorre cada día; se construye cotidianamente en todas las áreas de vida: personal, familiar, laboral, económica, emocional y espiritual.
Analice cuáles son sus fortalezas y conviértalas en su bastión, que le permitan continuar construyendo el camino de su éxito.

¿Es usted?:

1. Dinámico
2. Positivo
3. Proactivo
4. Emprendedor
5. Con metas elevadas
6. Ferviente deseo de superación
7. En constante movimiento
8. Deseoso de salir adelante
9. Colaborador
10. Leal

Si reúne la mayoría de estas características o cualidades, tenga por seguro que va por buen camino. Enhorabuena!

jueves, 11 de junio de 2009

NO DESISTAS

Cuando vayan mal las cosas
como a veces suelen ir,
Cuando ofrezca tu camino
solo cuestas que subir,
Cuando tengas poco haber
pero mucho que pagar,
Y precise sonreir
aún teniendo que llorar,
Cuando ya el dolor te agobie
y no puedas ya sufrir,
Descansar acaso debes
pero nunca desistir.
Tras la sombra de la duda
ya plateada ya sombría,
Pueda pues seguir al triunfo
no al fracaso que temías,
Y no es dable a tu ignorancia
figurarse cuan cercano puede estar,
El bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.
Lucha pues, por más que tengas
en la brega que sufrir.
Cuando todo esta peor,
¡Más debemos insistir!

Rudyard Kipling

lunes, 8 de junio de 2009

CREA QUE PUEDE TENER ÉXITO Y LO TENDRÁ

Éxito:
Prosperidad; ganar admiración, liderazgo, libertad, más satisfacción en la vida; triunfo.

Fe:
Puede mover montañas

Actitud:
Puedo (el cómo hacerlo se desarrolla)

Cree:
Sucederá (los demás creerán en ti); cree en ti mismo.

1. La creencia te impulsa.
2. Creencia en el éxito.
3. Piense en la victoria y tendrá éxito.
4. La creencia es el termostato que regula lo que cumplimos en la vida.
5. Si cree que vale mucho – vale mucho.
6. Crea en grande y hágase grande.
7. La mente debe trabajar a favor nuestro.

Trabajo responsable:

1. Iniciativa
2. Valoración
3. Confianza


Señor Triunfo:

1. Pensamientos positivos
2. Hoy será un buen día
3. Sí se puede – lo va a lograr

Influir en los demás:

Hay gente que lucha, pero no triunfa, porque caen en la mediocridad.

1. Oportunidad en recompensa
2. Póngase en movimiento
3. Crea en sí mismo
4. Crea que pueda triunfar.


Poder de la creencia:

Paso No. 1:
o Piense en el éxito, no en el fracaso
o Piense que siempre vencerá
o Piense que es el mejor o igual que el mejor.

Paso No. 2:
o Piense que es mejor de lo que puede ser.
o Personas exitosas son seres ordinarios que simplemente creen en sí mismas.
o Nunca se venda más barato.


Paso No. 3:

o Crea en grande
o Desarróllese (trabaje, sacrifíquese)


Componentes de un programa de instrucción:

1. Contenido (actitudes y técnicas de gente venturosa)
2. Método (cómo hacerlo)
3. Debe conocer el ácido prueba, obtener resultados.


Recompensas con Plan de Instrucción:

1. Respeto más profundo hacia usted por parte de su familia, asociados, etc.
2. Administración por parte de amigos; de ser alguien útil y un nivel más alto de vida.
3. Autoeducación (tu laboratorio es la gente: Descubre)


Sea un observador y experimente:
La mayor parte de la gente no es observadora, ni experimentan. Instrúyase, observando a la gente: Observe al más afortunado y al más desdichado. Haga que se adhiera al comportamiento de éxito.

Nada produce más satisfacción que saber que te encuentras en el camino del éxito y de la realización.

Instrúyase a si mismo en los principios del éxito dejando un tiempo para hacerlo.


3 IDEAS PARA APROVECHAR LA LECTURA:

1. Lea un libro completo (hasta que éste se infiltre en usted)
2. Estudie por una semana (cada capítulo)
o Aplique los principios
o Hágalo mejor al día siguiente
3. Relea el libro cada mes durante un año.