jueves, 4 de junio de 2009

Características de una actitud mental positiva

Muchas personas reconocen la importancia de manifestar una actitud mental positiva en diversas situaciones. Pero te has preguntado, ¿qué es concretamente una actitud mental positiva?
La actitud mental positiva es un estado de congruencia mental que nos ayuda a enfrentar los momentos menos fáciles con mayores recursos personales. La Programación Neurolingüística (PNL) ha “modelado” a personas que consistentemente mostraron una actitud mental positiva encontrando seis características que son el fundamento de esta actitud. Ninguna de estas características es más importante que otra. Es la interacción simultánea de las seis características en conjunto, la que provoca la sinergia necesaria para una sólida actitud mental positiva.
1. Motivación interna, no estimulación externa
La motivación tiene dos vertientes o extremos a través de los cuales las personas se desplazan: alejarse del dolor y acercarse al placer. Las personas con una gran motivación interna tienen visiones personales específicas y motivadoras, de objetivos apetecibles o deseables y de consecuencias desagradables que no quieren experimentar. Las personas exitosas utilizan de forma simultánea ambas motivaciones. Visualizan con la mayor claridad posible las consecuencias desagradables y específicas de las que se quieren alejar al mismo tiempo que observan objetivos muy valiosos y deseables que les atraen con gran fuerza. De esta manera obtienen la máxima motivación.
2. La importancia de tener objetivos elevados
La actitud de la personas con una sólida actitud mental positiva muestra que tienen objetivos realmente altos, incluso a la vista de otras personas parecerían inalcanzables. Además, consideran como inaceptable cualquier resultado inferior. Saben que son capaces de conseguirlos y no están dispuestos a conformarse con menos. Miden sus resultados de acuerdo a sus normas internas.
3. Dividir objetivos en unidades más pequeñas
Fragmentar los objetivos en un emprendimiento complejo o poco fácil presenta dos ventajas adicionales: Por un lado nos capacita para concentrarnos en pequeñas tareas factibles y medibles y por el otro, nos permite obtener grandes satisfacciones al completar cada uno de estos pequeños pasos.
4. Combinar el presente con el futuro
Podemos combinar estas dos habilidades. La primera consiste en mantenerse en el presente, en concentrarse en pequeños fragmentos y objetivos o metas cotidianas. La segunda habilidad vinculada con el factor tiempo consiste exactamente en lo contrario de estar plenamente en el momento presente. Se trata de la habilidad de visualizarse de forma vívida y plena en un futuro positivo. La motivación exitosa en realidad combina ambas habilidades.
5. Compromiso personal, no sólo estar involucrado
Ni la pasividad, ni la resistencia son los mejores caminos para la excelencia personal. Cualquier persona debe colaborar activamente si aspira a conseguir los mejores resultados. Cuando participamos activamente influimos en lo que sucede y podemos notar la diferencia. Nos volvemos proactivos en lugar de reactivos.
6. Auto-comparación, no comparación externa
Si lo analizas por un momento, siempre habrá personas que serán mejores que nosotros en algunas cosas, y siempre seremos mejores que otros en algunas otras cosas. En lugar de compararse con otras personas de cualquier nivel, los verdaderos triunfadores sólo toman en cuenta su propio progreso. Se hacen preguntas como: “¿Cuánto he progresado desde ayer, o desde la semana pasada? ¿Y desde el mes pasado? ¿Y desde el año pasado?”.
Estas seis características de la actitud mental positiva crean una imagen mental en nuestro subconsciente muy motivador que nos conduce al éxito. Con ellas, podemos asegurar una actitud mental que nos facilite el éxito personal y profesional. Sin ellas, cualquier emprendimiento resultará poco fácil alcanzarlo.

Confía en ti mismo

La confianza en uno mismo es la seguridad en nuestras propias capacidades y en nuestras cualidades. Es el convencimiento de que poseemos determinadas aptitudes que nos permiten materializar aquello que deseamos, venciendo obstáculos y realizando un gran esfuerzo, sin desanimarnos en el intento, porque tenemos la certeza firme de que somos capaces de conseguirlo.

Es un sentimiento que depende de nosotros, de cómo nos desenvolvamos en nuestro entorno y de nuestras relaciones con los demás. Va creciendo según nuestra actitud ante las circunstancias y según nuestra forma de ver las cosas. Las amistades pueden ser una gran fuente de seguridad en nosotros, tener amigos que nos valoren y respeten hace crecer en nosotros este sentimiento.

Es fundamental que en la infancia los niños vayan adquiriendo confianza en ellos mismos, a través de la seguridad que le transmiten sus padres mediante el cariño y la atención que destinan a sus hijos, haciéndoles sentir únicos e irrepetibles.

Desde pequeños los padres deben ir reforzándoles sus cualidades y corrigiéndoles sus defectos, y así lograr en ellos una mayor confianza al obtener un mayor conocimiento y control de sí mismos. Deben hacerlo siempre con mucho cariño y respeto.

Cómo transmitir confianza:

Si deseamos que los demás crean en nosotros, tenemos que ser nosotros los primeros en transmitir esa confianza creyendo en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. Si estamos convencidos de nuestra valía personal, los demás también creerán en ella.

Si la proyectamos según el concepto o la opinión que los demás tengan de nosotros, estaremos debilitando y destruyendo la confianza en nosotros mismos y, por tanto, nunca conseguiremos transmitirla. La confianza nunca viene dada de fuera, depende de nosotros, de lo válidos que nos consideremos para llevar a cabo la vida que hemos elegido.

En lo profesional, en la vida familiar o entre amigos, no podemos estar dudando siempre de lo que hacemos o de las decisiones que tomamos. Tenemos que superar ciertas barreras y no temer a nuestro propio juicio, ser prudentes pero decididos y lograr el convencimiento de que nadie mejor que nosotros para dirigir nuestra propia vida. De esta forma, los demás nos verán seguros en nuestras decisiones y forma de actuar, porque así lo sentimos nosotros.

Cómo aumentar la confianza en nosotros mismos:

Debemos tener en cuenta lo siguiente:


* La confianza está basada en el conocimiento personal. Un conocimiento real sobre nuestras cualidades y limitaciones, de tal forma que nos permita conocer cómo somos y cómo actuamos ante determinadas circunstancias, nos permitirá aumentar la confianza y seguridad en nosotros mismos. Este esfuerzo por conocernos debe ser continuo ya que, conforme pasa el tiempo, nosotros vamos cambiando.


* Debemos analizar nuestras debilidades o todo aquello en lo que fallamos para ver de qué manera podemos corregirnos o superarnos.


* Es muy importante huir de las personas que tratan de minar nuestra confianza, humillándonos y ridiculizándonos constantemente o simplemente ignorándonos. No todas las personas son merecedoras de nuestra amistad, no perdamos el tiempo tratando de conseguir su amistad.


* Tenemos que vivir informados y sabiendo lo que hacemos en todo momento para poder ser más libres en nuestras opiniones y elecciones, y no dejarnos llevar por las de los demás.


* Ser sinceros con nosotros mismos y no pretender dar una imagen que no corresponde con la realidad, debemos mostrarnos tal y como somos sin falsas apariencias.


* Tener pensamientos positivos sobre nosotros. "Voy a conseguirlo" o "yo sí puedo hacerlo". Son pensamientos que nos reafirman en nuestras posibilidades de lograr algún objetivo propuesto, que nos ayudan a superarnos y a obtener resultados positivos en las expectativas propuestas.


* Aceptar las críticas si son constructivas y bien intencionadas, o rechazarlas sin darles excesiva importancia.